Silvia Battistuzzi – Entre la luz y la oscuridad

 

“Contemporáneo es aquel que tiene la mirada fija en su tiempo para percibir no la luz sino la oscuridad”, G. Agamben,
“¿Qué es lo contemporáneo?” en Desnudez (2009)

Conocí a la artista plástica Silvia Battistuzzi de la mejor forma posible: a través de su obra. Y fue justamente en la muestra “Sombras de la Repetición” donde pude entrar en contacto con un trabajo que buscaba -al decir de la artista- producir una realidad nueva,  desconocida,  distinta, producto de esa repetición sistemática. La instalación Alegoría urbana cumplió con los objetivos propuestos mediante el uso de materiales de descarte, aquellos que habían desarrollado ya su tarea útil y se transformaban entonces en objetos obsoletos pero que aún pedían ser vistos desde una perspectiva que los rescatara de la destrucción. Apelando a la vibrante textura visual propia de las superficies metálicas y espejadas,  los brillos de la materia prima se combinaban con el peso conceptual inherente al uso del residuo con intención de resignificarlo; un trabajo que partía de una idea, se manifestaba en una instalación y asumía el desafío de convivir con otros discursos sin perder su voz propia.

Si sigo la lectura abordando otras experiencias en instalaciones, la constante estilística utilizada por la artista se mantiene en "Pasa Calle - Lasciate ogni speranza, voi ch'entrate" un trabajo donde se aborda la problemática de la situación de calle y aquello que se calla –haciendo un juego de palabras-. La frase que completa el título pertenece al pasaje del Infierno en la Divina Comedia de Dante Alighieri y ya nos da una pista clara de esa pérdida de esperanza de aquellos transitan caminos condenatorios, de desolación y exclusión. Pero también refiere a quienes guardan un pasado repleto de fantasmas, por las razones que sea. "Fragmentos de lo extenso de un momento" también se suma a esta poética donde el encuentro de mundos luminosos y otros en sombras se produce mediante destellos de brillo incandescentes así como las opacidades donde el peso del concepto es tan o más poderoso que el visual. Aquí  es el contenido el que convoca la mirada hacia una estructura aparentemente caótica que confunde e incomoda al espectador al mismo tiempo que le genera interés y lo invita a acercarse. Obras que nos hablan de vidas vividas, pasados que se manifiestan solamente como un eco de esas existencias. 

Quizás vale la pena mencionar en este punto alguna serie que homenajea cuestiones relativas a los derechos humanos, el compromiso social y el rol de la mujer. La serie Féminas, por ejemplo, trabaja con el ícono del corset el cual es plásticamente resuelto a partir de la pintura, los objetos, el collage con papeles metalizados y los textiles. Sin necesidad de profundizar mucho más en un mensaje que cae de maduro, las obras se defienden con su presencia iconográfica cuando se las contextualiza dentro del marco de la lucha feminista por hacer valer su lugar.

Pasando a las obras en el plano, la pintura de Silvia Battistuzzi se compone de pequeños movimientos de pincelada sintética, concreta, prolija, capa sobre capa, generando veladuras y superponiendo campos cromáticos, mezclando armónicamente la paleta para generar –otra constante en su trabajo- tramas visuales. Me sirven dos series para fundamentarlo: por un lado la serie de pinturas  Coordenadas, la cual refiere a una realidad íntima no muy lejana, a una etapa de dos décadas vividas en la Patagonia argentina en la ciudad  de Neuquén donde cordilleras, cabañas, lagos, naturaleza abierta, establecen un cruce de los caminos y de las líneas espacio temporales que confluyen en esta serie para plasmar un aquí y ahora concreto. Esa trama visual a la cual hice referencia,  se compone de cientos de encrucijadas. También la serie Canto Rodado ahonda en la naturaleza pero asume una estética más "orgánica" y abstracta, acercándonos una suerte de universo mineral, germinal, cuasi de laboratorio donde la composición de las obras incorpora imágenes que aluden a rocas, agua, gemas, organismos que bien podrían responder a ese paisaje originario aunque ya de forma mucho más estilizada y donde la captación de la mirada del otro invierte la propuesta planteada en las instalaciones: el plano visual asume el rol protagónico, lo compositivo prima por sobre lo conceptual, aunque no lo desconoce. Una vez más, el eco de lo que sucede en el paisaje exterior, dialoga con su vibración interior.

Y así es como me acerqué a un corpus de obra que sostiene determinadas constantes a lo largo del tiempo y que atraviesa distintas series y etapas creativas. Mirada no ajena a una formación de Silvia Battistuzzi dentro del campo del psicoanálisis, combinada con el dibujo y la pintura en los talleres de la Asociación Estímulo de Bellas Artes en Buenos Aires, el Círculo de Bellas Artes de Madrid, seminarios de Historia del Arte en Florencia y la búsqueda permanente del referente teórico de críticos y curadores que abordaron su trabajo a lo largo de más de 20 años. Su obra se exhibió en muestras individuales y colectivas en Argentina, España y Bélgica y forma parte de colecciones privadas internacionales así como otras pertenecientes al patrimonio de museos nacionales como el Museo Municipal “Juan Sánchez” (Gral. Roca- Río Negro), la Facultad de Ciencias de la Educación de Alto Valle de Río Negro y Neuquén (Cipolletti, Río Negro).

La cita de Agamben que encabeza este texto no es fácil de sostener en la práctica si se establece un correlato con la realidad inmediata que nos rodea, justamente porque quienes habitan la oscuridad solamente se manifestarán, paradójicamente,  como verdaderos contemporáneos a su tiempo, con el paso de dicho tiempo. Lo importante no es trabajar para mostrarse contemporáneo sino sentirse transitando tanto el lado A como el lado B que nos toca vivir. Cuando el artista se plantea el desafío de sumergirse en esas densas y oscuras aguas resignando lo tentador de las luces de colores, entonces puede al menos aspirar a dar con ese lugar desde donde se ve el panorama completo libre de espejismos. Transitar el camino de la búsqueda de esa luz de la oscuridad no garantiza encontrarla pero ciertamente da pasos concretos que acercan a quien la atraviesa,  hacia su encuentro.

 

Lic. María Carolina Baulo
Mayo 2018


Silvia Battistuzzi – Between light and darkness

 

"The contemporary is the one who has his eyes fixed on his time to perceive not light but darkness", G. Agamben,
"What is contemporary?" In “Desnudez”, (2009)

I met the plastic artist Silvia Battistuzzi in the best possible way: through her art. And it was precisely in the exhibition “Sombras de la Repetición” that I was able to get in touch with a work that sought -as she says- to produce a new, unknown, different reality, the product of that systematic repetition. The installation “Alegoría urbana” complied with the proposed objectives through the use of discard materials, those that had already developed their task and were then transformed into obsolete objects but still wanting to be seen from a perspective that would rescue them from destruction. Appealing to the vibrant visual texture characteristic of metallic and mirrored surfaces, the shines of the raw material were combined with the conceptual weight inherent to the use of the residue with the intention of resignifying it; a work that started from an idea, manifested itself in an installation and assumed the challenge of living with other discourses without losing its own voice.

Approaching other experiences related with installations, the constant style the artist persists in “Pasa Calle - Lasciate ogni speranza, voi ch'entrate”, a work which exposes the problem of those living in the streets and how it is –playing with words- silenced. The sentence that completes the title belongs to the passage of Hell in the Dante Alighieri´s “Divine Comedy” and give us a clear clue to that loss of hope that those transiting condemnation paths, desolation and exclusion, experience. But it also refers to those who keep a past full of ghosts, for whatever reasons. “Fragments of the extensive of a moment” also responds to this poetics where the encounter of luminous worlds and others in shadows is produced by flashes of incandescent brightness as well as opacities where the relevance of the concept is as or more powerful than the visual. Here is the content that summons the gaze towards a seemingly chaotic structure that confuses and annoys the viewer at the same time that it generates interest and invites him to approach. Works that speak of lives lived, pasts that are manifested only as an echo of those existences.

Perhaps it is worth mentioning at this point a series that pays tribute to issues related to human rights, social commitment and the role of women. The “Féminas” series, for example, uses the corset as an icon which is plastically resolved with paint, objects, collage with metallic papers and textiles. Without needing to go deeper into a message that is obvious, the works stand ou for their iconographic presence when they are contextualized within the feminist struggle to make women´s claim to be heard.

In the case of the two dimensional works Silvia Battistuzzi's painting consists of small movements of synthetic brushstrokes, concrete, neat, layer on layer, generating glazes and superimposing chromatic fields, harmonically mixing the palette to create - another constant- visual plots. Two series back up my opinion: on one hand, the series “Coordenadas” which refers to an intimate reality not too far away, a stage of two decades lived in the Argentine Patagonia in the city of Neuquén where mountain ranges, cabins, lakes, open nature, establish a cross of roads and the temporary space lines that converge in this series to capture a precise here and now. That visual plot to which I referred consists of hundreds of crossroads. Also the “Canto Rodado” series delves into nature but assumes a more "organic" and abstract aesthetic, bringing us closer to a kind of mineral, germinal, almost a laboratory universe where the composition incorporates images that allude to rocks, water, gems, organisms that could well respond to this original landscape although in a much more stylized way and where the capture of the other's look inverts the proposal seen in the installations: visuals assumes the leading role, composition prevails over concept, although it is present. Once again, the echo of what happens in the outside, dialogues with her inner vibration.

And that's how I approached a corpus of work that holds certain constants over time and that goes through different series and creative stages. A point of view related to Silvia Battistuzzi´s education within the field of psychoanalysis, combined with drawing and painting workshops at the “Asociación Estímulo de Bellas Artes” in Buenos Aires, the “Círculo de Bellas Artes” in Madrid, Art History seminars in Florence and the permanent search of theoretical references provided by critics and curators who know her work for more than 20 years. Her pieces were exhibited in individual and collective exhibitions in Argentina, Spain and Belgium and is part of international private collections as well as others belonging to the heritage of national museums such as the Museo Municipal “Juan Sánchez” (Gral. Roca- Río Negro), Facultad de Ciencias de la Educación de Alto Valle de Río Negro and Neuquén (Cipolletti, Río Negro).

Agamben´s quote at the beginning of this text is not easy to sustain in practice if a correlate is established with the immediate reality surrounding us, precisely because those who inhabit the darkness will only manifest as true contemporaries, paradoxically, over time. The importance doesn’t lie in working so as to be contemporary but to feel transiting both the A side and the B side we live in. When the artist challenges himself immersing in those dense and dark waters resigning the temptation of the colorful lights, then he can at least aspire to find that place from where the complete panorama is seen free of mirages. To walk the path searching for that light of darkness gives no guarantee it will be found, but it certainly takes definitive steps that bring he who crosses it, to its encounter.

Lic. María Carolina Baulo
Mayo 2018


Silvia Battistuzzi - Canto Rodado
Casa del Neuquén - CABA - 2016
Curaduría: Eduardo Médici

Los simples y humildes cantos rodados, que secos podemos acariciarlos y húmedos y brillantes en los ríos nos sorprenden con sus colores ¡Cuántas veces nos agachamos a juntar piedras en las bardas, los ríos o playas y las guardamos como amuletos! La piedra completa, duradera e inalterable es un poderoso símbolo universal, almohada de Jacob en su sueño, propicia la revelación; actualmente aborígenes australianos creen que sus piedras sagradas contienen el espíritu de sus antepasados; algunos hindúes se transmiten piedras de padres a hijos por sus poderes; para Jung una piedra redonda es un símbolo del “sí-mismo”, entre el alma y la piedra existe una relación estrecha.

Silvia Battistuzzi elige en las obras de esta serie la pintura al acrílico, al agua, para iluminar estos cantos rodados con delicadas transparencias o usándolos como soporte para ahondar y marcar sus formas definitivas. Logra unir en sus imágenes los dos estados señalados: sequedad y humedad; también levedad y dureza; silencio y misterio en las quietas y ardientes presencias de las piedras.

Eduardo Guevara
Lic. en Pintura por la Universidad Nacional de Córdoba
Director del MMBA “Juan Sánchez”- Gral. Roca- Río Negro


Silvia Battistuzzi - Fases cromáticas 2012-2014
Museo Gregorio Alvarez - Neuquén - 2014
Curaduría: Ana Zitti

Tratándose de Silvia Battistuzzi, una pintora de gran producción y de fuerte presencia en las salas de exposición, me parece oportuno destacar la síntesis que realiza de un largo período de experimentación de los pintores con los pigmentos y sus vehículos, que va desde Georges Seurat (1859-1891) a los expresionistas abstractos norteamericanos, pues la relación con la materia no es menos poética que el desarrollo de las imágenes. Me refiero al camino que va desde el Seurat “rápido”, las comas superpuestas de sus bocetos, a las transparencias, casi aguas coloreadas, de Morris Louis (1912-1972). Invito al espectador a considerar este aspecto en su recorrido desde los “Pirotécnicos jardines” al luminoso políptico.

Eduardo Guevara
Lic. en Pintura por la Universidad Nacional de Córdoba
Director del MMBA “Juan Sánchez”- Gral. Roca- Río Negro


Silvia Battistuzzi - Pulsaciones
Sala Municipal Emilio Saraco - Neuquén - 2012
Curaduría: Ana Zitti

El estado de inquietud creativa se traduce en Silvia Battistuzzi, en un movimiento atmosférico de tramas tejidas con innumerables pinceladas que a merced de las brisas o de los huracanes, buscan su foco en la bidimensión agrupándose por tamaño o temperatura, dando forma a lo indeterminado o evaporando las certezas que creíamos entrever.
Visiones de pirotécnicos jardines, música de los astros, textiles plumarios, trayectorias cromáticas, geometrías reverberantes, chispas de la incansable fragua del taller, luminosos cristales, pulsaciones de la red que dibuja el corazón; trazan el derrotero de la inquietud creativa de Silvia.
En estos tiempos de coexistencia y cruces de elementos históricos, estéticas y estilos del pasado y del presente, pienso, recorriendo las obras de Silvia de esta muestra, en el tránsito de las formas musicales clásicas o pautadas en su desarrollo, como la sonata, a las formas libres del Romanticismo, las fantasías, los nocturnos, los impromptus de Chopin (1810-1849) y sobre todo las variaciones, como las “Variaciones sobre un tema de Schumann” de Brahms (1833-1897); tránsito formal y espiritual que sólo es posible asumiendo riesgos, trabajando y reflexionando con el pincel en la mano, acompañando el fluir lírico de una refinada materia.

Eduardo Guevara
Lic. en Pintura por la Universidad Nacional de Córdoba
Director del MMBA “Juan Sánchez”- Gral. Roca- Río Negro


Silvia Battistuzzi - Conexiones
Aeropuerto 2000 - Espacio Arte - Neuquén - 2012
Curaduría: Ana Zitti

Crea su obra a partir de la construcción de decisivos trazos gestuales con pensados acentos lineales infinitamente superpuestos. Así, genera espacios diferentes en la diversidad de las formas, creadas por transparencias, técnicas mixtas, veladuras, texturas y elementos que se aproximan a lo geométrico. Con fuerza dramática aborda el plano construyendo del adentro al afuera, vislumbrándose vigorosos toques de pinceladas portadoras de luz formando la atmósfera precisa.
Dijo Wassily Kandinsky: “¿Cuándo muere la línea, y en qué momento surge el plano?” Entre lo gestual de la pintura y la forma, entre la pasión y la reflexión, entre la memoria y el presente, Silvia Battistuzzi construye estos espacios en la multiplicidad del lenguaje del arte.

Ana Zitti
2012